La idea de que los seres vivos, incluidos los humanos, emiten una "frecuencia energética" tiene sus raíces tanto en las ciencias físicas como en las tradiciones espirituales y esotéricas. Esta emisión se refiere principalmente a las pequeñas señales electromagnéticas generadas por los procesos biológicos y la bioelectricidad, además de la interpretación más mística relacionada con el "aura" o campos energéticos.
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Frecuencia Bioeléctrica: Los seres humanos generan electricidad a través de los procesos celulares. Las neuronas, por ejemplo, utilizan potenciales de acción (pequeñas corrientes eléctricas) para enviar señales en el cerebro y el cuerpo. Las células del corazón generan campos eléctricos que se pueden medir con un electrocardiograma (ECG), mientras que los campos eléctricos del cerebro se registran mediante electroencefalogramas (EEG). Estos procesos generan un campo electromagnético que puede medirse a bajas frecuencias, generalmente en el rango de los Hz a kHz.
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Campos Electromagnéticos del Cuerpo: Todos los organismos vivos, debido a sus actividades bioquímicas y eléctricas, emiten campos electromagnéticos. En los humanos, se cree que el corazón emite el campo electromagnético más fuerte, que se extiende varios metros fuera del cuerpo y se puede medir utilizando dispositivos especializados. Este campo puede ser influenciado por el estado emocional y mental de una persona, lo que ha llevado a la exploración de la "coherencia cardíaca" en la investigación del Instituto HeartMath.
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Enfoques Esotéricos y Espirituales: En el ámbito espiritual, se habla de "aura" o "campos energéticos" que rodean a los seres vivos. Aunque no hay evidencia científica sólida que respalde la existencia de estos campos en el contexto de la física convencional, muchas tradiciones espirituales afirman que estos campos energéticos emiten frecuencias que varían según el estado emocional, mental y espiritual de la persona. Se dice que estas frecuencias pueden ser afectadas por prácticas como la meditación, el yoga o la sanación energética, como el reiki.
En resumen, desde una perspectiva científica, los seres vivos emiten frecuencias electromagnéticas debido a los procesos bioeléctricos dentro del cuerpo. Desde una perspectiva espiritual, estas frecuencias energéticas son vistas como un reflejo de la vitalidad y el bienestar de una persona, aunque la evidencia científica para esta interpretación es limitada.